El diálogo Tobin- Suplicy

 

James Tobin fue uno de los primeros académicos en publicar informes técnicos relativos al impuesto negativo sobre la renta, a finales de los sesenta.

 

El economista de Yale, laureado con el Nobel y padre de la propuesta del ‘Impuesto-Tobin’, James Tobin, fue uno de los primeros académicos en publicar informes técnicos relativos al impuesto negativo sobre la renta[1], a finales de los sesenta. Él mismo favoreció una variante del impuesto negativo sin prueba de recursos (means test), que denominó Demogrant, y que aconsejó a George McGovern que lo introdujera en su programa electoral para las elecciones presidenciales de 1972.

 

Economista formado en los Estados Unidos y miembro destacado del principal partido de izquierdas de Brasil (PT), Eduardo Matarazzo Suplicy ha sido senador del estado de São Paulo durante muchos años. En 1991, presentó una propuesta de ley que de haber sido aprobada, hubiera establecido unos ingresos garantizados para todos los Brasileños en la forma de un impuesto negativo sobre los ingresos. Desde entonces, muchos modelos de ingresos modestos garantizados han sido experimentados a un nivel más local a lo largo y ancho de Brasil, y han recibido ahora algún respaldo federal. El Senador Suplicy está preparando un nuevo libro (“La salida se encuentra a través de la puerta. Hacia una renta de ciudadanía”) y para aclarar algunos asuntos, primero escribió a Milton Friedman (ver su intercambio en NewsFlash nº 3, Mayo de 2000), y después a James Tobin. A continuación se expone el texto completo de las preguntas de Suplicy (11 de agosto de 2001) y las respuestas de Tobin (18 de septiembre de 2001).

 

Boletín de la BIEN NewsFlash Nº °11, September, 2001. Traducción de Izaskun Cuartango Acha

1.  SUPLICY: ¿Cuándo fue la primera vez que conoció la idea una renta mínima garantizada, ya fuera a través de un impuesto negativo o como una renta básica?

TOBIN: Me interesé por la renta básica o ‘demogrant’ por primera vez en 1965 cuando empecé a escribir un artículo para el diario ‘Daedalus’: “Sobre la mejora del estatus económico de los negros”. Este artículo era para un número dedicado por completo a los problemas de los negros en América, publicado como libro en 1966. Este era un nuevo tema para mí, e intenté generar por mi cuenta una plataforma sin referencias a la literatura existente. Una de mis propuestas era una demogrant universal de 300 $ –por supuesto, para todo el mundo, no solo para los negros– y un impuesto negativo de 1/3. Realicé el ahora familiar gráfico expresando la renta familiar disponible frente a los ingresos, teniendo en cuenta la demogrant, como impuesto, y el impuesto sobre los ingresos regulares. No sabía nada de anteriores propuestas de este tipo. Estaba escribiendo un artículo sobre política pragmática, no un artículo académico, y simplemente me pareció obvio formular esta propuesta. A este artículo siguieron numerosos artículos en los que yo abogaba por esta propuesta, aún con el espíritu de política pragmática. En algún momento conocí la propuesta Friedman, pero pensé que se reducía a un impuesto negativo de ingresos igual al tipo más bajo de impuesto sobre la renta, y eso no me pareció que ofreciera una ayuda sustancial. No conocía las propuestas de otros países.

 

2. SUPLICY: ¿Quiénes fueron los autores que más le influían cuando desarrolló la idea de un impuesto negativo y el ‘demogrant’ que sería pagado a todos los ciudadanos americanos? ¿Cómo fue desarrollada la idea?

 

TOBIN: Ningún autor anterior me había influido. Junto con mis colegas Brainard, Watts, Mieskowski, Pechman y otros, intenté formular una propuesta y venderla al mismo tiempo.

 

3. SUPLICY: ¿En qué medida tuvo en cuenta los puntos de vista críticos de los economistas clásicos como Adam Smith, David Ricardo, Thomas Malthus, y desde otra perspectiva, Karl Marx en las diversas formas que tomaron las ‘Leyes de Pobres’? Por ejemplo, las observaciones hechas por David Ricardo en su capítulo ‘Sobre los salarios’ de su “Sobre los principios de la política económica e impuestos” (1817): “La clara y directa tendencia de las Leyes de Pobres está en total oposición a principios obvios: su objetivo no es, como la legislación benevolentemente pretendía, subsanar la situación de los pobres, sino deteriorar la situación tanto de pobres como de ricos; en lugar de hacer a los pobres ricos, están diseñadas para hacer a los ricos pobres; y mientras las leyes presentes estén en vigor, es bastante previsible que los fondos para mantener a los pobres aumenten progresivamente, hasta que hayan absorbido toda la renta del país, o al menos todo lo que quede una vez que el Estado haya satisfecho las ineludibles demandas de la esfera pública. Si por ley cada ser humano que necesitara apoyo estuviera seguro de obtenerlo, y de obtenerlo en tal medida como para hacer la vida tolerablemente cómoda, la teoría nos llevaría a esperar que todos los demás impuestos fueran ligeros comparados con el de las tasas de pobres”.

 

TOBIN: En ninguna medida. Soy más un pragmático que un académico. Siempre he tenido confianza en que podría deducir las cosas obvias por mí mismo. Por supuesto, comprendí el punto de vista de Ricardo, incluso si no recordaba sus palabras, pero esta era una pregunta empírica y yo no era tan pesimista.

 

4. SUPLICY: ¿En qué medida consideró usted las contribuciones de Augustin Cournot (1838), James Edward Meade (1935), Joan Robinson (1937), Abba Lerner (1944), Friedich Von Hayek (1944), George Stigler (1944), Milton Friedman (1962) o cualquier otro autor al desarrollar sus puntos de vista sobre la renta garantizada?

 

TOBIN: Ver respuesta anterior.

 

5. SUPLICY: ¿En qué medida, al proponer instituir una renta garantizada ha tomado usted en cuenta que podría tener un amplio apoyo en el espectro político?

 

TOBIN: Temí que no tuviera demasiado apoyo. Los políticamente activos y los estratos poderosos estarían en su contra, y su visión prevalecería. La gente que podría beneficiarse de ello no lo votaría y compartiría los valores burgueses de los que se encuentran en mejor posición.

 

6. SUPLICY: ¿Quiénes fueron los principales autores y articuladores del documento elaborado en la primavera de 1968 que pidió que el Congreso Nacional “adopte este año un sistema de ingresos garantizados y suplementos?” ¿Podría usted, por favor, contarnos brevemente la historia de esta iniciativa?

 

TOBIN: Esta petición fue formulada y circulada por un joven profesor asistente del Massachussets Institute of Tecnology que había sido un estudiante mío en Yale. En este momento, en mi casa de vacaciones, no puedo recordar su nombre, o el número de economistas que lo firmaron. Creí que era exitoso. Pero Friedman no se unió. Aquello fue una decepción para la esperanza de que esta propuesta pudiera tener un amplio apoyo apolítico y no ideológico. Esto también confirmó mi sospecha anterior de que la propuesta de impuesto negativo de Friedman no era del todo sincera.

 

7. SUPLICY: ¿En qué medida contribuyó el Crédito del Impuesto sobre los Ingresos Obtenidos[2] (CIIG) al propósito de erradicar la pobreza además de aumentar el nivel de empleo en USA?

 

TOBIN: Era una medida antipobreza, formulada para minimizar los incentivos para no trabajar. El público general sospechaba que el impuesto negativo puro desincentivaría el trabajo y no quería gastar dinero para eso. Los experimentos con este impuesto negativo fueron ideados para mostrar que el suministro de mano de obra desde los hogares disminuiría con las ‘demogrant’. Este efecto se reducía a trabajadores no cualificados y no era ni sorprendente ni muy grande. Pero tuvo un gran efecto adverso sobre el impuesto negativo. El CIIG fue el resultado.

  1. SUPLICY: ¿El CIIG, especialmente después de haberse expandido desde 1993, contribuyó a que los Estados Unidos tuvieran menores tasas de desempleo hasta el año 2000? ¿Por qué la tasa de desempleo ha aumentado durante el 2001?

TOBIN: No creo que el CIIG tuviera mucho efecto sobre las tasa de desempleo. El descenso del desempleo durante los 90 fue en gran medida resultado de una buena macro política, especialmente de Greenspan en la Reserva Federal, y algo de buena suerte. Vea Blinder y Yellen, “La Década Fabulosa”.

 

6. SUPLICY: ¿El impuesto negativo completo, como se específico en el Plan de Asistencia Familiar de Nixon en 1969, sería más eficiente para el propósito de erradicar la pobreza?

 

TOBIN: Sí, en mi opinión, para disminuir la pobreza. Quizá no para disminuir el desempleo, pero creo que eso es sobre todo macroeconomía en cualquier caso. 

  1. SUPLICY: ¿Nos diría por favor cómo desarrolló y con quién la idea de pagar una ‘demogrant’ a todos los americanos, cuando George McGovern lo propuso en las elecciones nacionales de 1972? ¿A cuánto ascendería hoy en día el valor en dólares de la ‘demogrant’ propuesta en aquel tiempo? ¿Por qué la idea no se aceptó tan bien en aquella campaña? 

TOBIN: La propuesta de la campaña de McGovern fue preparada por mí y Brainard y Watts, también Bulow y Shoven. El economista a cargo de la plataforma era Edwin Kuh. Desafortunadamente, el mismo McGovern no era muy adepto a los números, y sus consejeros políticos, cuyo vínculo con el Senador venía de mucho tiempo atrás, estaban celosos de nosotros los economistas y no dieron prioridad a nuestra propuesta. Ninguno de los que entendieron la propuesta y su papel en el presupuesto acompañó al candidato en su gira. El resultado fue que en California McGovern no dio una buena imagen cuando no pudo responder a las críticas de su oponente primario el Senador Humphrey y a las preguntas de la prensa. Nixon le atacó en la campaña general. Irónicamente Nixon, una vez elegido, pidió consejo a Moyinhan y propuso esencialmente lo mismo en la FAP. Irónicamente también, los Demócratas mataron aquella propuesta, influidos por trabajadores sociales, etc, que querían una asignación universal para niños sin ninguna característica del impuesto negativo, descartado porque era demasiado caro. 

  1. SUPLICY: ¿En qué medida era la propuesta de una ‘demogrant’ en 1972 similar a la de una renta básica como se defiende hoy en día por la Red Europea de Renta Básica y Philippe Van Parijs, por ejemplo en “¿Qué hay de malo en un almuerzo gratuito?” (Beacon Press, 2001, Preámbulo por Robert M. Solow)? 

TOBIN: No lo sé. 

  1. SUPLICY: ¿Cómo valora la experiencia del Fondo Permanente de Alaska que, desde 1980, ha pagado cada año dividendos iguales a todos los residentes en Alaska durante un año o más, y que pagará más de 2.000 US$ a más de 600.000 habitantes de ese Estado el próximo octubre como ciudadanos de derecho? ¿Cree que se trata de una experiencia relevante que deba ser estudiada por todos los Estados y países? 

TOBIN: No estoy informado sobre Alaska. Supongo que la experiencia de sociedades con grandes dotaciones naturales para compartir no son muy relevantes para el resto de nosotros. 

  1. SUPLICY: ¿Deberíamos primero empezar con programas de una renta garantizada modesta relacionados con oportunidades educacionales, o programas Bolsa-Escuela, para que las familias pobres tengan derecho a recibir un modesto complemento de ingresos mientras sus niños en edad escolar acudan a la escuela? 

TOBIN: No lo sé. Parece que merece la pena intentarlo. 

  1. SUPLICY: ¿Nos recomendaría que en Brasil implementáramos subsidios al empleo como sugirió Edmond Phelps en “Trabajo Gratificante” (1997)?  

TOBIN: No lo creo. La experiencia de los 90 me sugiere que esas grandes macro políticas pueden mantener el desempleo bajo. Creo que Phelps pensó que el desempleo no inflacionario no era menor que el 6 o incluso el 7 por ciento. 

  1. SUPLICY: ¿O deberíamos constituir un programa de impuesto negativo a todos los ciudadanos adultos para garantizar unos ingresos mínimos para todos? 

TOBIN: Sigo de acuerdo con eso. 

  1. SUPLICY: En Brasil ahora se están considerando programas alternativos para las familias pobres: la distribución de cestas con productos básicos, especialmente en el contexto de desastres tales como sequías o inundaciones; la instauración de un programa de vales de comida; y la institución de un programa de ingresos garantizados. Por favor comente estas alternativas a la luz de la experiencia americana. ¿Hay argumentos importantes a favor de considerar el programa de vales de comida en lugar del programa de ingresos garantizados? 

TOBIN: Como el impuesto negativo es muy caro y dificil de vender políticamente, un programa confinado a ciertas necesidades puede ser atractivo. Los vales de comida fueron buenos en los Estados Unidos durante mucho tiempo y fueron en buena medida equivalentes al dinero. Políticamente se beneficiaron del apoyo de los intereses de la agricultura. El seguro médico debería ser objeto de un impuesto negativo. Yo propuse un programa que garantizara que ninguna familia tuviera que pagar más del 10% de sus ingresos para estar totalmente asegurada y a todas se les pediría que estuvieran aseguradas. 

  1. SUPLICY: ¿Recomendaría usted que Brasil introdujera una renta básica tan pronto como sea posible para sus 170 millones de habitantes?

 

TOBIN: No conozco Brasil suficientemente bien como para hacer una recomendación.

 


[1] En inglés: Negative Income Tax (NIT). Explicación Wikipedia: Un impuesto negativo sobre la renta reemplazaría el actual sistema de impuestos progresivos utilizados en la mayor parte de Occidente. Este sistema se reemplazaría por un ‘impuesto plano’, digamos del 25%, pero cada contribuyente también recibiría 10.000$ del gobierno. Así una persona que sólo ganara 4.000$ al año pagaría 1.000$ en impuestos pero en conjunto recibiría una ganancia neta de 9.000$ del gobierno. Una persona que ganara 40.000$ ni pagaría impuestos ni recibiría ninguna cantidad. Una persona que ganara 1.000.000$ al año pagaría casi completamente el 25%, ya que los 10.000$ tendrían poco efecto en reducir el peso del impuesto. (N.d.T)

[2] En inglés: Earned Income Tax Credit (EITC)

Suplicy y Tobin
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